martes, 23 de junio de 2015

Sexismo visual en las transmisiones de béisbol en Cuba




MSc. Mayra García Cardentey1

Sábado 11 de abril. Toda Cuba expectante. La 54 Serie Nacional de Béisbol (SNB) esperaba por su nuevo campeón, en una final inédita entre Ciego de Ávila y la Isla de la Juventud. Este último team, por primera vez discutiendo cetro, tenía todas sus esperanzas en el lanzador y refuerzo tunero Yoalkis Cruz.

Segundo inning, dos outs. Cruz pide revisar irregularidades de la lomita, los técnicos se toman su tiempo. El público está a la espera, tanto los que asistieron al avileño estadio José Ramón Cepero, como los que desde casa veían el desenlace por sus telerreceptores. Aunque estos últimos tenían un “mayor entrenamiento”; ante la inactividad en el juego, el “aburrimiento” audiovisual fue solucionado de manera ¿emergente?: cuatro imágenes de forma consecutiva, en planos medios y primerísimas tomas, mostraron a bellas mujeres, “medidas perfectas”, Venus cubanas.


Pero de emergente nada, no es casual. Tales atractivos visuales aparecieron una y otra y otra vez por la pantalla chica, hasta compendiar un variado collage sobre la séptima entrada para aquellos que se habían perdido hasta esa hora a esas mujeres, perdón, al partido.

Aseverar que resulta un fenómeno creciente y con antecedentes desde hace varios años sería un error de leso periodismo, si bien no sería desacertado afirmar que la trasmisión de la recién finalizada SNB aplicó a cabalidad aquello de que “mujeres + deporte”, entretenimiento multiplicado.

Un análisis de contenido tanto cuanti como cualitativo a las últimas subseries: Pinar del Río-Matanzas e Isla de la Juventud-Industriales, así como los play off y la final del torneo, permiten arribar a una preocupante sentencia: los partidos de pelota televisados potencian una excesiva e injustificada visualidad sexista.

Mujeres + deporte, añeja fórmula

Ante la alerta sobre la excesiva preponderancia de “atractivos femeninos” en las transmisiones del béisbol cubano, vale aclarar que la fórmula de conjugar deportes y mujeres no es “alquimia nueva”, ni muchos menos autóctona de Cuba.

Esta tendencia está consolidada y es práctica habitual en los grandes consorcios audiovisuales que potencian tanto a conductoras sexys y deslumbrantes como imágenes de deportistas hermosas o lo más llamativo de la hinchada femenina.

En el plano profesional, el mundo de la televisión deportiva en muchos países, ya no se resume únicamente al conjunto de comentaristas, narradores, periodistas o personal especializado que se encarga de reseñar y analizar los principales acontecimientos y partidos, sino que coexiste con otro grupo no menos “interesante”, al menos para la inmensa mayoría de hombres que consumen dichos espacios. Ese grupo conformado por mujeres bellísimas-según pautas occidentales- hace que, en no pocos casos, el deporte quede de lado y la apariencia física de ellas predomine como principal gancho.

Aparecen entonces las atractivas y mundialmente conocidas locutoras de SportsCenter, Fox Sports, ESPN, Televisa Deportes, TV Azteca, Sky Sports, Canal Telecinco. Es un boom en la audiencia y figura como marca registrada para estos entornos que elevan ranking con tales recetas.

Muchas de estas populares conductoras son ex reinas de belleza, modelos de ropa íntima, íconos de estilo y talismán de costosas marcas; algunas hasta resultan elegidas entre las cinco mujeres más sexys del planeta o como musas de la Copa Confederaciones. Entre ellas destacan las mexicanas Vanessa Huppenkothen, Inés Sainz y Tania Rincón, las venezolanas Carolina Padrón y Adriana Monsalve, la española Sara Carbonero y la norteamericana Jessa Hinton, todas devenidas en presentadoras de televisión, especialmente en las coberturas de los Mundiales del Fútbol, industria que aplica el efectivo método; no por gusto más de 20 “preciosas mujeres” fueron acreditadas en Brasil 2014 para reportar las incidencias de la cita mundial para sus respectivas cadenas y países.

Sin descalificar el talento que puedan tener o no estas defensoras de la conducción deportiva femenina, el análisis resalta el poder preponderante que otorgan estos canales a la imagen física de sus periodistas o comentaristas, toda vez que todas poseen “medidas perfectas”, para volver locos a más de un espectador.

A la par de esta variante para incrementar audiencia, disímiles propuestas concentran guiones en destacadas deportistas que, a su vez, resultan atractivas para el televidente masculino; mientras, los grandes partidos de fútbol u otros deportes de multitudes no desdeñan segundos, libres de pago, para imágenes de agraciadas fanáticas.

Si bien en Cuba no se privilegia, afortunadamente, una cosificación de las mujeres dedicadas al periodismo deportivo o de aquellas dedicadas a la práctica del ejercicio, sí se potencia una excesiva exaltación de patrones tradicionales de belleza en partidos televisados, con mayor destaque en los correspondientes al pasatiempo nacional.

Quizás este sea uno de los propósitos de algunas transmisiones de béisbol en Cuba: dar la sensación de un “todo incluido”, a pesar de que por momentos, “al final de los partidos se hable más de la belleza de las mujeres que televisaron entre el público antes que del propio juego”, comentaba entre bromas un periodista de la Isla de la Juventud.

Continuará... 


1 Periodista cubana. Dirige la revista Alma Mater de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU). Ha investigado temas de género y comunicación como profesora de la Universidad de Pinar del Río, donde ejercía hasta hace unos meses.

Tomado de Semlac: http://www.redsemlac-cuba.net/comunicacion/sexismo-visual-en-las-transmisiones-de-b%C3%A9isbol-en-cuba.html

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