jueves, 10 de octubre de 2013

Mujeres frente al tablero II



Polgár, un apellido ilustre

Por Jesús E. Muñoz Machín

 
Varias mujeres obtuvieron éxitos importantes en el ajedrez en los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial. Incluso, el creciente interés de ellas por mundo de los trebejos propició que en la Olimpiada Mundial de Ajedrez de 1957, treinta años después del surgimiento del evento, se incluyera la categoría femenina.

Sin embargo, el universo de  los trebejos reflexionó realmente sobre las aptitudes de las mujeres para el juego ciencia a partir de los años ochenta. En ello tuvo mucha influencia los éxitos de las hermanas húngaras Zsuzsa, Sofia y Judit Polgár.
Las tres ajedrecistas nacieron en Budapest: Zsuzsa, la mayor, nació en 1969, Sofía en 1974 y Judith dos años después. Aprendieron a mover las fichas gracias a su padre, László Polgár, quien organizó para sus hijas un programa educativo con protagonismo para el ajedrez.
Desde  temprana edad las hermanas Polgár comenzaron a impresionar por su talento. Su padre, consciente de la calidad deportiva de las niñas, decidió que no las inscribiría en torneos femeninos. No obstante, no pudo evitar que en 1988 las Polgár fueran prácticamente obligadas, por presiones gubernamentales, a participar en la lid femenina de la Olimpiada Mundial de Ajedrez de Tsalónica, Grecia. En tierras helénicas lograron la medalla de oro, triunfo que repetirían en 1990, esta vez en Novi Sad, capital de la extinta Yugoslavia.
Aunque desde el inicio se divisaba que las tres muchachas poseían capacidades especiales para jugar al ajedrez, una de ellas sobresalía. El estilo atrevido e imaginativo de Judit Polgár deslumbraba a todos y todas.
La menor de las hermanas comenzó a causar sensación internacional cuando en 1987, con apenas 11 años de edad, ganó el Campeonato del Mundo sub-14. Luego vinieron las mencionadas Olimpiadas Mundiales y en 1991 las hazañas de Judit alcanzan su máxima expresión. Ese año se proclamó campeona absoluta de Hungría y obtuvo también el título de Gran Maestra (GM) sin distinción de sexo, con apenas 15 años, 4 meses y 7 días de nacida. Con ello se convirtió en la persona más joven en obtener la máxima distinción en el juego ciencia.
Desde entonces la historia de Judit ha sido más conocida.  Ha intervenido e impuesto su talento en los torneos más prestigiosos del mundo: Ciudad de Linares, León y Madrid, los tres en España, Wijk aan Zee y Hoogeven, ambos en Holanda, Melody Amber (partidas rápidas), en Mónaco, Francia, Memorial Najdorf, en Polonia, el Abierto de Estados Unidos,  entre otros.
Judit Polgár ha sido además la única mujer en sobrepasar la barrera de los 2700 puntos Elo y en situarse además en el top ten en una actualización del ranking mundial. Ha participado en las últimas ediciones de las Olimpíadas Mundiales de Ajedrez, como parte de la nómina húngara abierta (categoría creada luego de que algunas mujeres exigieran competir con sus pares hombres).
¿Qué ha sucedido con las hermanas de Judit? Pues hace algunos años que no compiten. Ambas viven en los Estados Unidos. Szuzsa aparece registrada en la federación norteamericana y ha alcanzado gran reconocimiento como profesora y  arbitro internacional. Sofía, por su parte, creó una academia donde enseña a niños y niñas, pero con énfasis en el desarrollo de las muchachas.
Los éxitos de las hermanas Polgár han llevado a especialistas y amantes del juego ciencia a reconocer el talento de las mujeres en el milenario deporte de las 64 casillas. En la actualidad son muchas las ajedrecistas que desde muy jóvenes obtienen importantes triunfos. Pese a las desventajas que aún persisten para ellas, cada día son más las que intentan conquistar triunfos en el reino de Caissa.

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