Polgár, un apellido ilustre
Por Jesús E. Muñoz Machín
Varias mujeres obtuvieron éxitos
importantes en el ajedrez en los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial.
Incluso, el creciente interés de ellas por mundo de los trebejos propició que en
la Olimpiada Mundial
de Ajedrez de 1957, treinta años después del surgimiento del evento, se incluyera
la categoría femenina.
Sin embargo, el universo de los trebejos reflexionó realmente sobre las
aptitudes de las mujeres para el juego ciencia a partir de los años ochenta. En
ello tuvo mucha influencia los éxitos de las hermanas húngaras Zsuzsa, Sofia y
Judit Polgár.
Las tres ajedrecistas nacieron
en Budapest: Zsuzsa, la mayor, nació en 1969, Sofía en 1974 y Judith dos años
después. Aprendieron a mover las fichas gracias a su padre, László Polgár,
quien organizó para sus hijas un programa educativo con protagonismo para el
ajedrez.
Desde
temprana edad las hermanas Polgár comenzaron a impresionar por su
talento. Su padre, consciente de la calidad deportiva de las niñas, decidió que
no las inscribiría en torneos femeninos. No obstante, no pudo evitar que en
1988 las Polgár fueran prácticamente obligadas, por presiones gubernamentales,
a participar en la lid femenina de la Olimpiada Mundial
de Ajedrez de Tsalónica, Grecia. En tierras helénicas lograron la medalla de
oro, triunfo que repetirían en 1990, esta vez en Novi Sad, capital de la
extinta Yugoslavia.
Aunque desde el inicio se divisaba que las
tres muchachas poseían capacidades especiales para jugar al ajedrez, una de
ellas sobresalía. El estilo atrevido e imaginativo de Judit Polgár deslumbraba
a todos y todas.
La menor de las hermanas comenzó a causar
sensación internacional cuando en 1987, con apenas 11 años de edad, ganó el
Campeonato del Mundo sub-14. Luego vinieron las mencionadas Olimpiadas
Mundiales y en 1991 las hazañas de Judit alcanzan su máxima expresión. Ese año
se proclamó campeona absoluta de Hungría y obtuvo también el título de Gran
Maestra (GM) sin distinción de sexo, con apenas 15 años, 4 meses y 7 días de
nacida. Con ello se convirtió en la persona más joven en obtener la máxima
distinción en el juego ciencia.
Desde entonces la historia de Judit ha
sido más conocida. Ha intervenido e
impuesto su talento en los torneos más prestigiosos del mundo: Ciudad de
Linares, León y Madrid, los tres en España, Wijk aan Zee y Hoogeven, ambos en
Holanda, Melody Amber (partidas rápidas), en Mónaco, Francia, Memorial Najdorf,
en Polonia, el Abierto de Estados Unidos,
entre otros.
Judit Polgár ha sido además la única mujer
en sobrepasar la barrera de los 2700 puntos Elo y en situarse además en el top ten en una actualización del ranking
mundial. Ha participado en las últimas ediciones de las Olimpíadas Mundiales de
Ajedrez, como parte de la nómina húngara abierta (categoría creada luego de que
algunas mujeres exigieran competir con sus pares hombres).
¿Qué ha sucedido con las hermanas de
Judit? Pues hace algunos años que no compiten. Ambas viven en los Estados Unidos.
Szuzsa aparece registrada en la federación norteamericana y ha alcanzado gran
reconocimiento como profesora y arbitro
internacional. Sofía, por su parte, creó una academia donde enseña a niños y
niñas, pero con énfasis en el desarrollo de las muchachas.
Los éxitos de las hermanas Polgár han
llevado a especialistas y amantes del juego ciencia a reconocer el talento de
las mujeres en el milenario deporte de las 64 casillas. En la actualidad son
muchas las ajedrecistas que desde muy jóvenes obtienen importantes triunfos. Pese
a las desventajas que aún persisten para ellas, cada día son más las que
intentan conquistar triunfos en el reino de Caissa.
Muy buena publicacion
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