martes, 16 de diciembre de 2014

E.T. Elvina Zayas, primera cubana en reseñar sobre deportes


En la actualidad es bastante común encontrar a mujeres cubanas que se desempeñan como periodistas deportivas, algo que no ocurría así hasta hace unos años. Anteriormente eran pocas las excepciones, que en realidad no hacían más que confirmar la regla. Ciertamente los estereotipos machistas las alejaban de los micrófonos, diarios y cámaras televisivas aun cuando tuvieran pretensiones y aptitudes para comunicar sobre deportes.

Por ello es, sin duda curioso y llamativo que una muchacha cubana escribiera sobre el ámbito atlético a finales del siglo XIX, y mucho más si lo hizo refiriéndose al béisbol, disciplina que siempre fue terreno casi exclusivo de hombres, pese al arraigo popular en ambos sexos.

viernes, 12 de diciembre de 2014

Deporte cubano: compromiso social y activismo por la no violencia


 

Por Jesús E. Muñoz Machín 

Más allá de las medallas, el deporte cubano demostró su compromiso social en el taller “Contra la violencia jugamos tod@s”, organizado como cierre de la Jornada Nacional por la No Violencia contra las mujeres y las niñas y en saludo al Día Internacional de los Derechos Humanos.

La actividad fue convocada por la Red Iberoamericana y Africana de Masculinidades (RIAM) y la Campaña ÚNETE Latinoamérica para poner fin a la violencia contra las mujeres y las niñas, iniciativa del Secretario General de Naciones Unidas, Ban Ki-moon.

lunes, 24 de noviembre de 2014

Magnus Carlsen prolonga su reinado


Magnus Carlsen derrota por segunda vez a Anand.

Por Jesús E. Muñoz Machín

En tiempos donde el fútbol, tenis de campo, baloncesto, voleibol, Fórmula Uno o Moto GP ocupan los segmentos deportivos de los grandes medios de comunicación, el ajedrez ha logrado acaparar algunos titulares informativos. Los protagonistas del match por la corona mundial en la ciudad rusa de Sochi, el noruego Magnus Carlsen y el indio Viswanathan Anand captaron la atención de miles de aficionados en todo el mundo.

La historia dirá que uno de los momentos cumbres del juego ciencia aconteció en noviembre de 2014 cuando en 11 partidas se enfrentaron un genial ajedrecista y una “máquina” humana en el deporte de los trebejos. También dirán los libros y revistas que Anand batalló, pero que en la actualidad solo hay un rey: Magnus Carlsen.

jueves, 20 de noviembre de 2014

Entre mujeres, iniciativas económicas exitosas


Por Jesús E. Muñoz Machín

Identificar las desigualdades y los mecanismos que las producen es siempre el primer paso hacia el cambio. Pero el reto mayor es lograr la transformación de realidades y conciencias, camino por el que ha transitado el proyecto “Agricultura suburbana y fortalecimiento cooperativo en 10 municipios de las provincias de Camagüey, Las Tunas y Holguín”, del que se benefician mujeres lideresas en diferentes iniciativas económicas.

Artesanas, poncheras, floreras y productoras de queso no solo dan un giro a su vida, sino a la dinámica económica y social de las comunidades donde residen. Otras de las actividades emprendidas son talleres de corte y costura, peluquerías, así como la obtención y comercialización de microorganismos eficientes, todo ello implementado por la Asociación de Agricultores Pequeños (ANAP), con apoyo de la organización no gubernamental canadiense Oxfam, y financiamiento de la Unión Europea, la Agencia Vasca de Cooperación para el Desarrollo y la Embajada de Japón en Cuba.

lunes, 10 de noviembre de 2014

¿Forma sin contenido?


Las reflexiones sobre la naturaleza sexista y excluyente de los concursos de belleza para hombres ayudan a dilucidar algunos de los mecanismos que favorecen la reproducción de esos espectáculos y su aceptación por parte del público.

Por Jesús E. Muñoz Machín 
Fotos: Tomadas de Internet


¿Se puede crear un hombre que simbolice la belleza universal? Pareciera que no, que sería imposible sintetizar un modelo único de perfección estética masculina. Sin embargo, la sensatez se diluye cuando cuerpos musculosos, caras y cabellos tratados con los cosméticos de última generación reciben premios en concursos para hombres, fenómeno surgido a finales del pasado siglo y popularizado a inicios del XXI.

Los certámenes de belleza masculinos proliferan en todo el mundo, con más o menos aceptación de acuerdo con el contexto. Sin la visibilidad de sus pares femeninos, los eventos que premian el ADN varonil ganan notoriedad en los medios de comunicación, confunden y crean falsas ilusiones de sociedad desprejuiciada y alejada del machismo.

El Mr. Universo Mundial, Mr. Turismo Internacional, así como los Míster Mundo, América Latina, Universo Mundial e Intercontinental, son solo algunos de los concursos de belleza masculinos más populares entre los 31 certámenes internacionales celebrados en 2014.

Ritual misceláneo


Por cercanía geográfica, recibimos más información sobre los concursos de belleza para hombres organizados en países latinoamericanos, entre ellos Venezuela y México, así como los eventos creados por representantes de la comunidad hispana residente en los Estados Unidos.

En la televisión venezolana comenzaron los primeros ensayos en 1992, mientras los mexicanos recuerdan seguramente a Lupita Jones, Miss Universo en 1991, cuando creó “El Modelo de México”.

¿Qué son los concursos de belleza para hombres? Pues eventos muy parecidos a los apodados Miss femeninos, donde se presumen dotes supuestamente naturales, detrás de las cuales hay mucho dinero invertido. Se trata de espectáculos donde las nociones tradicionales de la masculinidad han sido negociadas. La fórmula es una mixtura entre los eventos de fisiculturismo y los concursos para mujeres.

Para que se entienda mejor, la miscelánea supone una simbiosis de Belleza Latina con Míster Olympia, este último un evento dedicado a los forzudos. También hay elementos icónicos que diferencian a los Míster de las Miss, como el hecho de que ellas reciben como premio una corona y ellos una bufanda. La masculinidad mostrada siempre en antagonismo a la feminidad.

Los concursos de belleza para hombres suponen una simbiosis entre Belleza Latina y Míster Olympia, este último un evento dedicado a los forzudos como muestra la imagen.
No basta con el músculo, los muchachos deben sonreír, caminar, bailar y vestir la ropa de turno de los diseñadores fetiches de la cadena televisiva en cuestión. Como escribiera el investigador venezolano José Enrique Finol, ellos son solo cuerpos en movimiento, trofeos para ser lucidos.

En materia de espectáculo de masas, tampoco hay nada que descubrir ya: canto, danza, jurado, desfiles, pruebas y muchos comerciales. Todo aderezado con historias de sacrificio que convierten a los aspirantes en instrumentos de una superproducción.

Los concursantes suelen ser muchachos «ávidos de introducirse en el mundo del estrellato, los modelos, las novelas televisivas y un mundo de fama y dinero, e inclusive a un mundo donde la política y el poder no se encuentran tan lejos (…)», apunta Finol.

Sin vellocino de oro
Aunque los eventos de belleza para hombres ganan popularidad, todavía existe cierta resistencia hacia ellos. Mientras la cultura patriarcal exige a las mujeres ser bellas como atributo indispensable, ellos pueden prescindir de la perfección estética para ser exitosos en la vida.

Míster México.
Si bien los modelos de masculinidad al estilo Rafael Nadal, Cristiano Ronaldo, Leonardo Di Caprio o Richard Gere se convierten en referentes, la industria no ha encontrado el vellocino de oro para perpetuarlos. Algunas hipótesis sugieren que entre los varones aún no ha cuajado la fórmula «genera insatisfacción y lograrás cuerpos estandarizados».

En Cuba, por ejemplo, un hombre con la barriga abultada puede ser símbolo de éxito —sobre todo económico— y algunos hasta se vanaglorian de ello. En contraposición, la mujer con unas libras de más suele ser vista como descuidada o poco femenina.

Aún hay cierto apego a frases estereotipadas como «más feo, más macho» o «los machos no tienen que ser lindos».

Forma que supera al contenido

El título del epígrafe refleja una de las conclusiones del artículo Los concursos de belleza, publicado en el portal digital Rebelión.org. Lo superficial, lo banal, gana espacios en el gusto de las personas que tienen como referentes lo que se le ofrece en los medios de comunicación, apunta el texto.

Quien desee potenciar sus atributos físicos para sentirse bello o bella está en todo su derecho. La contradicción al respecto surge cuando esa aspiración está mediada por la manipulación de quienes lucran con la estética personal.

Aunque estos certámenes no son tan populares en Cuba como los eventos Miss —disfrutados por ambos sexos—, sí ha habido algunas manifestaciones en los últimos años y otras solapadas durante décadas, incluso en celebraciones estudiantiles y fiestas populares.

Las reflexiones sobre la naturaleza sexista y excluyente de esos espacios ayudan a dilucidar algunos de los mecanismos que favorecen la reproducción de esos espectáculos y su aceptación por parte del público.

Las fórmulas para diseñar shows televisivos y generar ansias de consumo están claras. La disyuntiva está en qué hacer para lograr que la inteligencia y la cultura, o sea, el contenido, sean la prioridad en un mundo donde la ecuación en ocasiones se invierte.



¿Sabías qué?

· En 2014 se han desarrollado 31 certámenes de belleza para hombres.

· El evento más mediático fue el Míster Mundo, efectuado en el mes de junio, con sede en Torbay, Reino Unido.

· El concurso de mayor participación fue el Míster Internacional, desarrollado en octubre en Seúl, Corea del Sur. Sin embargo, aún no es comparable con los 101 eventos dedicados a las mujeres, uno de ellos con 127 naciones representadas. 

sábado, 1 de noviembre de 2014

Iguales, hora de cambiar las reglas


Winnie Byanyima, directora ejecutiva de la organización no gubernamental Oxfam Internacional.
Por Jesús E. Muñoz Machín

“La desigualdad dificulta el crecimiento económico, corrompe la política, limita las oportunidades y alimenta la inestabilidad, mientras exacerba la discriminación, especialmente hacia las mujeres”, subrayó Winnie Byanyima, directora ejecutiva de la organización no gubernamental Oxfam Internacional, en el lanzamiento de la campaña global Iguales: es hora de cambiar las reglas, el pasado jueves 30 de octubre.

Oxfam en Cuba acompañará la iniciativa global, amparada en su experiencia de 21 años trabajo en el fomento de la participación y el desarrollo local con equidad, en áreas como el apoyo a la implementación de sistemas alimentarios justos y sostenibles, risilencias* y adaptación al cambio climático. Asimismo, la justicia de género constituye un eje transversal en cada proyecto.

La iniciativa propone como objetivo principal exigir a líderes y lideresas mundiales un trato justo para las personas más pobres y comprometerse en la lucha por erradicar las desigualdades en todas sus manifestaciones. Entre las personalidades internacionales que respaldan la campaña se encuentran los premios nobel de la Paz y Economía, Kofi Annan y Joseph Stiglitz, respectivamente.

Según datos publicados por Oxfam, sólo entre 2013 y 2014 las 85 personas más ricas del planeta aumentaron su patrimonio en 668 millones de dólares al día, lo que equivale a casi medio millón de dólares cada minuto. En un contexto más cercano, los ricos latinoamericanos acumulan alrededor de 2 billones de dólares (similar al PIB de Brasil) en paraísos fiscales.

Desde Cuba mantener la mirada atenta a esta iniciativa mundial será una excelente oportunidad para fortalecer el vínculo con los movimientos progresistas de América Latina que buscan incidir en la reducción de la pobreza y la discriminación, así como favorecer igualdad de posibilidades y oportunidades a las personas en condiciones de desventaja social, la gran mayoría mujeres.

A su vez, los países de la subregión podrán encontrar en la Mayor de las Antillas ejemplos del compromiso gubernamental por mantener niveles adecuados de justicia social, teniendo con paradigmas la educación y la salud gratuitas desde 1959.

Mientras entre 2009 y 2014 más de un millón de mujeres ha muerto durante el parto por deficiencias de los sistemas de salud y la mortalidad infantil es una dura realidad, en Cuba se priorizan ambos indicadores. En 2013 solo ocurrieron 4,2 fallecimientos de niños por cada mil nacidos vivos y 26 defunciones de madres directamente relacionadas con el embarazo, parto y puerperio, lo que sitúa al país entre los referentes mundiales.

La inversión en los servicios públicos todavía constituye un reto en muchas naciones. Por ello los informes de varias organizaciones internacionales enfatizan en los beneficios de la salud y la educación gratuitas para cerrar las brechas entre ricos y pobres. “Un ligero aumento de 1,5% al impuesto sobre la riqueza de los multimillonarios de todo el mundo alcanzaría para que todos los niños y niñas del mundo vayan a la escuela, así como la provisión de servicios básicos de salud en los países más pobres”, subraya la nota oficial de Oxfam.

Asimismo, la campaña Iguales: es hora de cambiar las reglas propone entre sus acciones importantes el freno de la evasión y elusión fiscal, tema que también supone un desafío para Cuba a la luz de las nuevas transformaciones económicas y sociales.

La experimentación con las cooperativas no agropecuarias, la potenciación del trabajo por cuenta propia y la apertura a la inversión extranjera plantean mayores exigencias al sistema fiscal, que incluye como tópicos centrales la recaudación tributaria y la definición del gasto público.

En términos de economía y género también habría que repensar concepciones tradicionales ancladas en la ideología patriarcal, donde los hombres son sujetos principales –y en ocasiones únicos- de los análisis. Ellos se erigen como el centro de los políticas fiscales, pues estas solo tienen en cuenta al varón proveedor que interactúa con las diferentes formas productivas.

Si mujeres y hombres no acceden por igual a los beneficios económicos y no se revalorizan las labores sin remuneración -casi siempre realizadas por mujeres-, las transformaciones pudieran derivar en fortalecimiento de la división sexual del trabajo y mayor desigualdad.

También urge continuar la incidencia en zonas rurales y desfavorecidas que presentan un desarrollo desigual, siempre con análisis que permitan visualizar el impacto específico de las políticas en la vida de mujeres y hombres.

Las reglas deben cambiar en el mundo para evitar la desigualdad. Y Cuba tiene mucho que aportar en experiencias positivas de políticas sociales y, a su vez, no obviar posibles focos de inequidades que pudieran aparecer durante el proceso de transformación que vive el país.

Descargar PDF: Iguales: es hora de cambiar las reglas

Publicado en: http://www.radiococo.icrt.cu/2014/11/01/iguales-hora-de-cambiar-las-reglas/
 
Otros enlaces de interés:
La cantidad de ‘milmillonarios’ se duplica durante la crisis
Se duplica número de millonarios en el mundo
Millonarios poseen 50% de la riqueza de AL

 

lunes, 27 de octubre de 2014

Mujeres de Grandes Ligas, la historia real


Poster de la película Ellas dan el golpe (1992).

Por Jesús E. Muñoz Machín

Geena Davis nunca pisó un terreno de béisbol antes de filmar la película A League of Their Own (Ellas dan el golpe), donde interpreta el personaje de Dottie Hinson, inspirado en la pelotera Dorothy «Wiltse» Collins. Sin embargo, Davis percibió que era una excelente oportunidad, porque más allá de la mezcla entre ficción y realidad que propone el filme, las historias que sostienen el guion son verdaderas muestras de grandeza.

Eran los años que brillaban los talentosos sluggers Ted Williams y Joe Di Maggio. Pero la Segunda Guerra Mundial interrumpió la sucesión de temporadas en las Grandes Ligas de Béisbol, cuando centenares de peloteros ingresaron al ejército estadounidense.

La pelota, deporte de gran popularidad en la nación norteña y con empresarios dispuestos a no ceder terreno (ni dinero), crearon una nueva atracción: la All-American Girls Baseball League (Liga de Béisbol Profesional para Mujeres).

Los prejuicios de la época, algunos arraigados en la actualidad, hacían presagiar que la iniciativa de Philip Wrigley, propietario de los Cachorros de Chicago, sería un fracaso.

La primera temporada comenzó el 30 de mayo de 1943 y logró reunir en los estadios a 176 mil espectadores, aunque algunos especialistas acercan la cifra a 200 mil, números alentadores para un debut.

Como era de esperar, la mayoría de las jugadoras provenían de las populares ligas de softbol de Estados Unidos y Canadá, lo que permitió conformar cuatro equipos: Kenosha Comets, Racine Belles, Rockford Peaches y South Bend Blue Sox. La liga respetó los reglamentos de sus pares hombres, pero disminuyó la distancia entre bases y del box a home.

Esa justa constó de una etapa clasificatoria de 108 desafíos, dominada por Racine Belles, con 59 victorias y 49 derrotas, equipo que luego se proclamó campeón al vencer 3-0 a las chicas de Kenosha Comets en serie final al mejor de cinco encuentros.

La gran estrella de la liga fue la lanzadora de Kenosha, Helen Nicol, ganadora de la Triple Corona con 31 sonrisas, 220 ponches y sensacional 1,81 como promedio de carreras limpias (PCL). La canadiense Nicol lideró además el porcentaje de ganados y perdidos con 795 (31-8), juegos completados con 33 e innings lanzados con 348.

A la ofensiva sobresalió Gladys Davis, tercera base de las Rockford Peaches, quien compiló 332 de average, única por encima de 300 en toda la liga, cuyo performance general fue de 230 con apenas 72 cuadrangulares.

El equipo Peoria Redwings en la temporada de 1948.
Strike al machismo

Más allá de las estadísticas, el torneo no fue una panacea para las chicas, que enfrentaron reglas sexistas como la de jugar en faldas cortas y shorts bastante provocativos. Además, durante los partidos se realizaron pruebas en las que se rifaban besos entre los hombres.

La jugadora Lavonne «Pepper» Paire Davis criticó el tema del atuendo. «La única opción era jugar con falda o irse a casa», lamentó en fragmento de entrevista reproducido en el diario español El País. El absurdo ropaje atentaba contra su físico al no proteger la piel y mostrar las heridas sufridas en juego.

Otra que refirió los prejuicios machistas de la época fue la estadounidense Dorothy Kamenshek. La siete veces nominada al equipo de Estrellas, bicampeona de bateo y líder histórica en jit y total de bases, afirmó a la revista Marquette Magazine que los aficionados «(…) venían primero para ver las faldas, pero después les demostramos que podíamos jugar».

Durante 12 temporadas, entre 1943 y 1954, ellas brillaron sobre el diamante. Incluso, la liga llegó a tener afición cercana al millón de personas y contó con más de 500 jugadoras. Esas atletas fueron mujeres de «Grandes Ligas», y así debiera reivindicarlas la historia del béisbol.

martes, 14 de octubre de 2014

Ivet suena el silbato


Esta joven capitalina comparte sus experiencias en el arbitraje de fútbol.
 


Por Jesús E. Muñoz Machín 

El balón rueda y tras él se desplazan varios atletas. Atenta a cada movimiento, bien cerca de la jugada, pero sin ser protagonista, Ivet Santiago Rodríguez mantiene la disciplina en la cancha.

Hace sonar el silbato y el estadio enmudece. Futbolistas, público y la dirección de ambos elencos esperan por la señal. Esta vez no ha sido nada, una acción leve que no conlleva amonestación, no obstante, aclara con un gesto que no permitirá otra falta.

A Ivet se le puede encontrar en cualquier plaza futbolera de la capital u otra provincia. Apenas dos años en el arbitraje le han permitido impartir justicia en cientos de partidos y más de una decena de torneos locales, nacionales y recientemente en una lid internacional.

Punto de penal

Como la mayoría de las muchachas que se han decidido por el arbitraje, Ivet fue atleta de fútbol, donde se desempeñaba como portera. Desde su primera incursión en los Juegos Caribe de la Universidad de La Habana demostró buenos reflejos para detener disparos rivales y poco tiempo después ya entrenaba con el equipo capitalino de mayores.

La exjugadora y actual entrenadora Yunelsys Rodríguez fue quien la guió en esos inicios, en los que, como afirma, «el fútbol era poco conocido entre las mujeres y daba sus primeros pasos en el país»”.

Al unísono de su vida deportiva cursaba la Licenciatura en Derecho, lo que exigió un gran esfuerzo. «Los entrenamientos eran en la tarde y yo estaba en la jornada docente. Del último turno de clases iba corriendo hasta la Ciudad Deportiva.

«Además me resultó difícil porque las compañeras de equipo provenían de la EIDE (Escuela de Iniciación Deportiva) y la Facultad de Cultura Física, pero yo nunca había practicado deporte», acota.

Durante tres años participó en varios certámenes: copas 8 de marzo, ESPA, eventos provinciales, competencias interuniversidades como los Juegos Giraldillos, incluso representó a otras provincias. «Aunque soy de La Habana no pude jugar aquí en torneos oficiales. En los nacionales tenía que representar a Camagüey, porque en la portería las otras capitalinas eran integrantes de la selección nacional».

De atajar goles al arbitraje


Al arbitraje llegó en el año 2012. Luego de participar en un curso impartido por la profesora y juez internacional Irazema Aguilera, tomó la decisión de cambiar los guantes de arquera por el silbato.

Así refiere el cambio de aires: «En ese momento pensé que tendría más futuro en el arbitraje. La profe Irazema me apoyó y me convenció de que tenía condiciones físicas e intelectuales para dedicarme a esta labor.

«Fue difícil dejar el fútbol activo, porque soñaba con ser como la brasileña Martha, una de las mejores jugadoras del mundo», explica con cierta nostalgia.

Y junto al arbitraje sobrevino otro logro en su vida. Ivet obtuvo el título de Licenciada en Derecho y comenzó el período de servicio social en la fiscalía provincial de La Habana.

¿Cómo logra combinar las dos pasiones? Lo explica y parece simple. «Aunque no lo creas tienen mucho en común. En ambos campos me dedico a impartir justicia. En el arbitraje según las reglas del fútbol y en la fiscalía ejerzo la acción penal de acuerdo a los estatutos del sistema jurídico cubano.

«La labor de fiscal es diaria y las 24 horas del día, pero me han apoyado para que sin descuidar esa labor, continúe en el arbitraje», comenta.

Por la escasez de eventos para mujeres, Ivet suele trabajar en más campeonatos para hombres. Al respecto, señala que ellos suelen respetarla, «pero en ocasiones quieren imponerse. Algunos no entienden que una mujer los dirija durante 90 minutos. Sin embargo, no suelen ocurrir grandes complicaciones cuando la jueza es una muchacha. Con conocimiento y carácter se sale adelante».

Esta charla se produjo pocos días después de su participación en la Copa Caribeña Femenina para menores de 15 años, que se efectuó en Islas Caimán, del 6 al 18 de agosto. Dicha lid marcó el debut internacional de Ivet. «Me sorprendió porque aún no tengo categoría internacional. Fue una gran oportunidad y puede ser el momento que me lleve a una etapa superior en mi carrera», refiere emocionada.

El balón imaginario deja de rodar, la grabadora se apaga y por el momento la entrevista concluye. Pero le aclaro que no será el último encuentro, porque en breve tal vez sea protagonista de la revista Mujeres, ya no como talentosa joven de 25 años, sino como una consagrada del arbitraje cubano.

Datos de interés:
 

Trayectoria Arbitral
Ivet ha arbitrado en dos finales escolares femeninas, todas las categorías inferiores y mayores en la capital, una Copa Cerro Pelado (hombres), una Copa “8 de marzo” y la Primera Liga Nacional Femenina, que se disputó en 2014.

lunes, 25 de agosto de 2014

"BOMBERA, SIN IMPORTAR LO QUE DIJERAN"


Por Jesús E. Muñoz Machín
Fotos: Jorge Camarero Leiva



Casi en plena faena, con su traje amarillo y negro regresaba de una clase práctica. La entrevista sorprendió la, pero Yoandra Suárez López asumió el reto de contar su historia a otras jóvenes que pueden ver en ella una inspiración.

Ser la única graduada de Rescate y Salvamento en el país, la convierte en la excepción, no obstante, ella espera no serlo por mucho tiempo, pues «las mujeres hemos demostrado de lo que somos capaces», asegura. Y agrega: «Y así me libero de las entrevistas», dice en tono jocoso esta artemiseña de 30 años, profesora de la Escuela Nacional de Bomberos (ENB).
  
  
¡BOMBERA!

Nada fue azaroso, de los círculos de interés que comenzaron en las escuelas de su natal Artemisa, prefirió el de Rescate y Salvamento. «Desde los 16 años soy bombera voluntaria. A esa edad ya hacía de todo: apagar incendios, simulaciones de rescates y escalamientos», refiere.

Aunque otras muchachas matricularon, poco tiempo después quedó como la única del grupo. Junto al resto de sus compañeros continuó aprendiendo en cada clase o entrenamiento práctico.

Cuando la delegación de su provincia anunció el inicio del un curso profesional, Yoandra tenía bien clara su decisión: «bombera, sin importar lo que dijeran, yo quería ser bombera», asegura.

A las captaciones se presentaron alrededor de 30 personas y solo eligieron cuatro. «En ese pequeño grupo era la única mujer”, acota.

Quizás acostumbrada a adelantarse a los sucesos, respondió sin necesidad de una interrogante sobre los dos años de estancia en el curso de la Escuela Nacional de Bomberos (ENB), que inició en abril de 2012. «No me “pasaban la mano” por ser mujer. El rigor fue igual para todo el equipo. Había que correr, nadar, saltar, escalar, bucear, brindar primeros auxilios y realizar rescates en situaciones peligrosas como accidentes vehiculares y derrumbes.

«Incluso –agrega- en los entrenamientos de alto riesgo, me exigían más que a ellos. El profesor me decía: ‘Demuestra que el título no es regalado’. Por desgracia, hay mucho machismo y las mujeres tenemos que hacer un esfuerzo doble».

NOTICIA DE ÚLTIMA HORA
Yoandra intenta disimular la sonrisa cuando relata la picardía con que enfrentó los prejuicios y los miedos de su familia, sobre todo de su padre.

«A los 16 años iba escondida de mi papá para los cursos de bomberos voluntarios. Y se enteró de que era especialista de rescate y salvamento cuando me gradué. Así de sencillo, le dije: ‘Mañana es mi graduación’».

Tampoco ha sido fácil con las amistades, que todavía miran con cierto recelo su decisión. «A cada rato alguien me pregunta si estoy loca», dice.

«Mi padre se ha adaptado un poco a la idea. Ahora lo acepta y siente orgullo, pero a veces me recuerda que no le agrada del todo».   


LA PROFE Y SUS RETOS

Yoandra es una mujer de desafíos, cuya días ahora transcurren en la Escuela Nacional de Bomberos (ENB), donde imparte clases de técnicas de rescate y salvamento, específicamente escalamiento.

Todos sus alumnos son hombres, jóvenes que reconocen sus capacidades y conocimientos. «Ellos me respetan y todo ha ido bien en las clases», acota.

El escalamiento es de las habilidades más difíciles, pero la bombera artemiseña se declara amante de los riesgos. Por ello, además de subir y deslizarse por cuerdas en edificaciones de gran altura, siente atracción por el buceo, la más peligrosa de las técnicas.

Por si fuera poco, admite que no estará complacida hasta que pueda saltar en paracaídas. «No es una locura ser rescatista. Así puedo salvar muchas vidas. Y también me gusta demostrar condiciones en lo que supuestamente las mujeres no podemos hacer».

Pero junto a su carrera como bombera, ella tiene otros retos. «Ahora lo más importante es superarme, terminar los estudios de enfermería que interrumpí en tercer año».

Y también deja bien claro que su compromiso como bombera será para toda la vida. «Cuando ustedes llegaron regresaba de un entrenamiento con especialistas rusos que imparten clases para perfeccionar las técnicas. Cada día se aprende algo nuevo. Me falta mucho por conocer, apenas estoy comenzando».

martes, 12 de agosto de 2014

UNA PARTIDA CON YANIET MARRERO



Una de las mejores ajedrecistas cubanas de la última década comparte momentos de su carrera deportiva en este cotejo de preguntas y respuestas.



Por Jesús Muñoz Machín
Fotos: Jorge Camarero Leiva


En el mismo lugar, hora y protagonistas similares, pero realidades totalmente diferentes. Tres años han transcurrido entre los dos encuentros con la Gran Maestra (WGM) de ajedrez Yaniet Marrero. En 2011 conversé con una muchacha que no vivía un buen momento deportivo, esta vez, entrevisté a una motivada ajedrecista, con mayores logros y muchos desafíos en el horizonte.

Motivación y madurez deportiva son, quizás, los “ingredientes” que destacan hoy en la vida de Marrero, quien atesora un excelente palmarés en el juego ciencia. La muchacha natural de Majibacoa, en la provincia de Las Tunas, ha eslabonado una carrera de éxitos desde edades tempranas, pero su título de la Isla en 2011 y la medalla de oro en el tercer tablero de la Olimpiada Mundial de, Rusia, en 2010, son sus dos triunfos más memorables.

Desde mediados del pasado año, Yaniet ha protagonizado otra estela de buenos resultados, entre los que destacan la victoria en el Tercer Campeonato Centroamericano y del Caribe de Ajedrez Femenino, Zonal 2.3, que se disputó en El salvador. Asimismo, a inicios de 2014 concluyó tercera en la justa nacional, similar resultado al obtenido en 2000, y un puesto por detrás de la ubicación de 2007.

A pesar del talento creciente del ajedrez femenino cubano, Yaniet puede ser considerada como una de las mejores trebejistas del país en los últimos diez años. En esta partida de preguntas y respuestas, nos acercamos a la estelar deportista.

APERTURA…

No es la primera vez que habla de sus inicios ante la prensa, pero siempre considera necesario rememorar aquellos primeros pasos en territorio tunero.

“Comencé en 1993, en la Escuela “José Rodríguez López”, donde tuve como primer maestro a Iván Carralero Rodríguez. Con él participé en competencias entre aulas, en otras escuelas y provincias», evoca.

Luego sobrevinieron tres coronas nacionales escolares y una presea de cada color –oro, plata y bronce- en la categoría juvenil. Tales méritos bastaron para que en 1999, con solo 16 años fuera seleccionada para ingresar al Centro de Alto Rendimiento “Giraldo Córdova Cardín”, en La Habana.

Yaniet demostró su talento e irreverencia al terminar tercera en al Campeonato Nacional para mayores del 2000, cuando todavía era juvenil. La justa, celebrada en Matanzas, le permitió alcanzar su título de Maestra Internacional (WIM).

MEDIO JUEGO

Paso a paso continuó su fogueo entre la élite de la Isla. Su ascenso era inminente, hasta que llegó su primera oportunidad de probarse fuera de Cuba. “Recuerdo bien mi debut en un torneo internacional en Brasil. Allí gané norma de Gran Maestra (WGM) y unos meses después integré el equipo Olímpico a Calviá (España, 2004), donde logré la segunda de forma consecutiva», comenta.

Cuatro años transcurrieron de sus dos normas iniciales de WGM hasta conseguir la tercera y definitiva, lograda en 2008, en el Torneo Internacional Moncada, con sede en Santiago de Cuba.

En ese período, Yaniet dio a luz a su niña Esther Christine, participó en las citas olímpicas de Turín (Italia), en 2006, y Dresde (Alemania) 2008, además de agenciarse el subcampeonato de Cuba en 2007.

Pero el año 2010 ha sido la mejor temporada para Marrero. “Fue increíble obtener la medalla de oro en Rusia», dice emocionada a pesar de las muchas partidas que han transcurrido desde la cita olímpica de Khanty Mansiysk. La motivación también la impulsó a obtener su primer y único cetro de la Isla en 2011.

Después de tantos triunfos sobrevino un descenso en su juego que relata hoy con tranquilidad. “Me desmotivé –dice-. Hubo sucesos personales y también eventos en los que no participamos por falta de apoyo. Fueron muchos poquitos», acota.

Peor movió con acierto las piezas, hilvanó buenas opciones en el medio juego, para regresar a su mejor desempeño. “Ya en 2012 me recuperé y comencé a entrenar con más fuerza, a hacer preparación física y psicológica», contraataca con respuestas firmes que emulan su estilo sobre el tablero.

El 2013 no pudo ser mejor, sobre todo en la recta final de la temporada, donde se coronó campeona centroamericana en El Salvador, con 7,5 puntos de nueve posibles, y obtuvo una plaza para la Copa del Mundo, prevista para el mes de octubre en sede aún por definir.

PUNTO DE MATE….

En la actualidad, la muchacha de Majibacoa es una atleta madura, lo que se expresa en sus motivaciones. «En años anteriores trataba de obtener cierto reconocimiento e intentar recibir el apoyo necesario para intervenir en competencias importantes.

«Ahora todo está más ligado al deporte y no a lo que sucede alrededor de él. Por eso he buscado el incentivo en dominar mejor el ajedrez, superarme y alcanzar la mayor maestría posible».

La partida de preguntas y respuestas está a punto de definirse. Pero antes de extenderme la mano en señal de armisticio, Yaniet revela sus dos grandes sueños por cumplir, porque ya consumó el de clasificar a una Copa del Mundo.

«Ahora solo me resta alcanzar los 2400 puntos y obtener la norma de Maestra Internacional sin distinción de sexo», confiesa.

Talento tiene para alcanzar sus metas. Esta tunera de 31 años parece haber nacido para conquistar el reino de Caissa, la diosa del ajedrez.
                                              
Yaniet Marrero ha tenido en el 2014 una de sus mejores temporadas.
UNA PARTIDA BLITZ

En el ajedrez se le conoce con este nombre a los cotejos a cinco minutos, en los que la maestría y la anticipación son esenciales. A continuación ofrecemos algunas respuestas de Yaniet en tiempo de Blitz.

¿Importancia de los torneos mixtos?

«Brindan la posibilidad de aumentar el Elo y el nivel de juego. Adquieres mayor consistencia física y fogueo».

¿En qué fase del juego te sientes más fuerte?

«Mi juego es muy intuitivo. El punto fuerte está en la capacidad para buscar soluciones en el medio juego».

¿Cómo te sobrepones a las malas partidas en medio de un torneo?

«Después que termina la partida viene el análisis para saber en qué me equivoqué y no cometer el mismo error. Simplemente, es borrón y cuenta nueva».

¿La partida que más recuerdas?

«En la olimpiada de Calviá (España, 2004), cuando enfrenté en la última ronda a una ajedrecista de más de 2400 de Elo y gané para obtener la norma de WGM».

De los ajedrecistas cubanos, ­ ¿a quién admiras?

«A mi coterráneo Lázaro Bruzón, que proviene de un origen humilde. También simpatizo con Leinier Domínguez, porque se ha incluido en la élite a base de talento, dedicación y voluntad».