sábado, 19 de abril de 2014

Género y comunicación: conquistar espacios



Cuando hace 22 años comenzó a sesionar en La Habana el Encuentro Iberoamericano de Género y Comunicación era mucha la incertidumbre. No pocas personas catalogaron el evento de intranscendente.

Pero uno tras otro han sucedido los intercambios. Cada edición ha ganado en participación y calidad de las ponencias, investigaciones y productos comunicativos inscritos. La cultura patriarcal y la “generofobia”, aunque muy arraigada, cede ante el compromiso de mujeres y hombres que apuestan por construir mensajes inclusivos y no sexistas.

La oncena edición de los encuentros tendrá lugar del 28 al 30 de mayo próximos, con el auspicio de la Unión de Periodistas de Cuba, la Federación de Mujeres Cubanas, la Asociación Cubana de Comunicadores Sociales, además de contar con el acompañamiento de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) y la también ibérica Fundación Mundubat.

Como es tradición, desde hace varias semanas se efectúan eventos regionales. Sobre los dos primeros, con sede en Holguín (provincias orientales) y Camagüey (provincias centrales), respectivamente, ofrecemos algunas valoraciones.

Con cifra récord de más de 130 trabajos presentados, la cita en la Ciudad de los Parques trascendió por el abordaje múltiples aristas de las realidades vividas por mujeres y hombres, con énfasis en contextos rurales. Ello permitió visibilizar el aporte de cubanas y cubanos en labores agrícolas, ganaderas y otros oficios. Ellas, específicamente, fueron referidas de manera independiente, con protagonismo social y familiar, a partir de su contribución económica.

Los productos comunicativos en radio y prensa escrita mostraron notables avances en el empleo de un lenguaje inclusivo, la problematización de temas tabú en la sociedad y el correcto empleo de los conceptos de género.

Los trabajos televisivos, por su parte, estuvieron cercanos a la intención del evento, enfocados en su mayoría hacia los temas comunitarios. No obstante, como principal desliz persiste la reiteración de las mujeres en roles asociados al ámbito privado: cocinar, lavar, servir a as demás personas de le familia, etc.

Por su parte, en el encuentro de la región central, con sede en la Ciudad de los Tinajones, se analizaron más de 60 productos comunicativos, divididos en dos comisiones: audiovisuales (radio, televisión y multimedia) y trabajos escritos (prensa escrita-ponencia-blogs).

En tierras agramontinas, los trabajos destacaron por su intencionalidad desde una perspectiva de género, con tópicos como sociedad, sexo en la tercera edad, género y discapacidad, masculinidad, violencia de género, representación de la mujer en el video clip, entre otros. Asimismo, se presentaron investigaciones realizadas en varias sedes universitarias, algunas en opción al grado de Máster en Ciencias de la Comunicación.

Se visualizaron avances en la aprehensión de los conocimientos sobre género, (aportados por las capacitaciones) y el creciente interés de nuevas personas por sumarse a los talleres, cursos y diplomados que convoca anualmente la UPEC.

Algunas propuestas trascendieron los objetivos del evento al plantearse la posibilidad de realizar intercambios y capacitaciones en los medios municipales, además de utilizar las nuevas tecnologías para socializar información.

En general, ambos encuentros permitieron evaluar el trabajo realizado en el Programa Nacional de Capacitación en Género. En los debates se identificó la necesidad de hacer énfasis en el tema del sexismo en lenguaje, precisamente uno de los más polémicos, así como trascender la visibilización de la mujer en diversas esferas, en aras de problematizar la realidad y aprovechar todas las potencialidades de la categoría género.

Asimismo, se insistió en la multiplicación de los conocimientos para sensibilizar y capacitar a las personas que intervienen en los procesos productivos de los diferentes medios.

Otra demanda estuvo asociada al abordaje de los temas desde estrategias de comunicación con los correspondientes pasos de diagnóstico, análisis, realización del producto y estudios de recepción. Ello favorecerá la intencionalidad, la incidencia en el público meta y sobre todo, la calidad de los productos comunicativos.

Conquistar espacios para los temas de género y trabajar de forma constante y no solo durante campañas fueron otros elementos resaltados en los eventos regionales de oriente y centro.

Entre lo conquistado y los nuevos retos se debate hoy sobre género y comunicación. La apuesta, además de la realización de eventos y capacitaciones, debe partir del compromiso y de una mirada de género que acompañe siempre cada creación.

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