lunes, 17 de marzo de 2014

Experimentar, innovar, crear...



Marisela fue durante ocho años representante de la sede provincial de la Asociación Culinaria de la antigua provincia Habana.
Por Jesús E. Muñoz Machín

Fotos: Alain Gutiérrez.


La existencia de Marisela Herrera Chacón refleja una apasionada vida entre recetas y exquisitos platillos de cocina. Chef evaluada desde 1986, actualmente es la principal artífice de las delicias que se ofertan Restaurante-bar- cafetería-cabaret Ruanda, cooperativa no agrícola, que brinda servicios en la capital artemiseña.

Con casi tres décadas de experiencia en el arte de cocinar, Marisela comenzó a trabajar como encargada de la limpieza, pero su pasión por la cocina la hizo matricular en cursos efectuados en los hoteles Nacional y Sevilla, en La Habana.

Luego de ser certificada como cocinera, se propuso aumentar sus conocimientos básicos y emprendió un largo camino de superación, en el que sobresale su periodo de aprendizaje en la Escuela Arte Chef, en el Vedado capitalino.

Casi al unísono de sus estudios comenzó a brindar su aporte como profesora. Reconoce que la motivó el deseo de enseñar y facilitar el camino a las nuevas generaciones. “Antes las personas interesadas en la cocina pasaban más trabajo, porque los cursos siempre eran en La Habana. Ahora no hay que salir de la provincia y eso facilita el proceso de evaluación.

“Por ejemplo –explica-, yo le di clases a mis ayudantes, y así formé un equipo de trabajo completamente profesional, elegido de acuerdo con mis intereses”.

Confiesa que de su oficio le agrada todo. “Siempre quiero que el trabajo salga bien y por eso soy muy exigente. Si algo no está como quiero, me pongo tensa, no me relajo”, expresa.

Según comenta, “la cocina tiene que gustarte, porque es un arte y tiene mucho de paciencia e imaginación. Hay que tener creatividad para buscar alternativas cuando falta un determinado producto y para darle un sello propio a los platos”.

Tampoco para Marisela ha sido fácil imponerse en un entorno, donde si bien las mujeres son mayoría, los hombres suelen desempeñarse en posiciones más jerárquicas. “En Cuba tenemos bastantes mujeres chef, pero queda machismo. Algunos hombres no se habitúan a que una mujer lo dirija. En mi caso - agrega- tengo un grupo totalmente de mujeres. Y aunque yo no esté, tengo la confianza de que todo sale bien”, acota.

Durante el breve diálogo, Marisela reitera una frase en varias ocasiones. Sin duda, en ella resume su pasión por la cocina: “Hasta que me retire voy a seguir experimentando, innovando y creando nuevos platos”, dice con una sonrisa de satisfacción.

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