Foto: ACN. |
Visibilizar las desigualdades asociadas al color de la piel en áreas como la educación es una urgencia en la Cuba de hoy, de cara a la construcción de un proyecto social más justo, consideran expertos de la isla caribeña.
Yulexis Almeida, doctora en Ciencias Sociológicas y vicedecana de la Facultad de Sociología de la Universidad de La Habana, refirió que "la educación ofrece las herramientas para poder transformar críticamente el entorno que nos rodea, por su impacto en la reducción de la exclusión; y da credenciales para el ámbito del empleo. Así lo refirió durante un panel sobre el tema, desarrollado el pasado 28 de febrero por el Grupo Provincial Habana y la sección Seres de la Sociedad Cubana de Psicología.
La socióloga marcó tres momentos fundamentales en los cuales han existido desigualdades en el acceso a la educación superior, tomando en cuenta la variable color de la piel.
De acuerdo con la investigadora, en los años noventa se redujo la matrícula universitaria y menos jóvenes tuvieron posibilidad de acceder a este nivel de enseñanza. Como consecuencia, descendió a 12,12 por ciento la tasa bruta de escolarización terciaria, es decir, de todos los jóvenes que están matriculados en la educación superior entre 18 y 24 años de edad.
Almeida aclaró que, a nivel internacional, hasta 15 por ciento de ese indicador se considera una universidad de élite. De 15 a 35 por ciento se entiende que es un exponente de masificación, y de 35 por ciento en adelante se estima de acceso universal.
En el caso cubano, el diapasón de acceso se amplió en el curso 2001-2002, con la promoción de la universalización de la Educación Superior y la creación de sedes municipales universitarias que eliminaban el requisito de las pruebas de ingreso. La medida tuvo un impacto positivo y aumentó la tasa bruta de escolarización terciaria a 68,15 por ciento. Ello permitió una mayor participación de estudiantes negros y mestizos, explicó Almeida.
Pero para 2010, a partir de problemas con la calidad de la formación, se comienza a eliminar gradualmente la entrada de estudiantes por esta vía y se reinstauran los exámenes de ingreso. Para 2015, la tasa bruta de escolarización terciaria desciende a 16 por ciento, con impacto por color de la piel.
"Por ello, en enero de 2016 existe la necesidad de crear una alternativa que permita un mayor acceso a la educación superior y se flexibiliza la entrada por la vía del Curso por Encuentro", apuntó la especialista.
Justamente, dijo, "si comparamos los datos del ingreso por color de la piel en el 2016, observamos que en el curso regular diurno el porcentaje de los estudiantes negros que están entrando (7,24 %), queda por debajo en la población de 18 a 24 años (8,63 %), pero también por debajo del Censo de Población y Viviendas del 2012, que sitúa este ingreso en 9,3 por ciento".
En el caso de los mestizos, las tendencias son las mismas, en contraste con un aumento para la población blanca, dijo.
Asimismo, un análisis de los datos del ingreso por color de la piel en 2016 al curso por encuentros muestra el incremento de la población negra y mestiza con respecto al curso regular diurno y la disminución de la población blanca.
Para la experta, otra variable a la que hay que prestar atención es al territorio, pues la investigación arrojó que los municipios menos representados entre los estudiantes de la educación superior son aquellos donde hay más concentración de población negra.
Al respecto señaló que en los grupos estudiados se evidencian mayores desventajas para los varones negros y para las personas de menos recursos económicos.
Al intervenir en el debate, el filólogo y antropólogo Rodrigo Espina señaló la necesidad de que las investigaciones se centren también en zonas poco estudiadas, como la discriminación en escuelas primarias y secundarias.
En ese empeño se mueve SERES, dijo la profesora Norma R. Guillard Limonta, Presidenta de esta Sección de la Facultad de Psicología, que busca concientizar y sensibilizar a través de la comunicación, y con el apoyo de múltiples disciplinas, sobre temas diversos que promuevan la inclusión, el enfoque de género y la no discriminación.
SERES propicia alianzas con la Cofradía de la Negritud, la Comisión Aponte, el Proyecto Afrocubanas, la Red Barrial Afrodescendiente, la Red de Mujeres Cubanas Afrodescendientes, la Alianza Unidad Racial, el club del Espendrú, la iniciativa de la creación de ARAC (articulación regional afrodescendiente), entre otros espacios.
Enlace: http://redsemlac-cuba.net/sociedad-cultura/el-color-de-las-brechas-en-la-educaci%C3%B3n-superior.html
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