Por primera vez se publica
en Cuba un experimento social que apoya una campaña comunicativa en
contra de la violencia hacia las mujeres. Foto: Archivo IPS Cuba.
Un experimento social hecho en Cuba y publicado en redes sociales hizo viral el debate sobre el acoso callejero.
La Habana- “¿Y si fuera al revés? Mira qué sucede cuando son las mujeres quienes acosan en la calle”, dice como preámbulo un audiovisual cubano que sigue ganando impacto en las redes sociales en Internet.
Se trata de un video sobre un atrevido experimento social realizado en las calles del país como parte de la Campaña Nacional por la No Violencia hacia Mujeres en Cuba Evoluciona, que fue publicado el 8 de marzo en su perfil oficial de Facebook.
La joven boxeadora Idamelys Moreno, en uno de los clip del documental Too Beautiful: Our Right to Fight.
Los prejuicios machistas han impedido que las mujeres cubanas practiquen el deporte más laureado del movimiento atlético del país.
La Habana- Entrevistas, artículos periodísticos y espacios deportivos de la televisión estatal de Cuba, revivieron la polémica sobre la posible restitución del derecho de las mujeres locales a practicar boxeo y representar al país de manera oficial.
Imposibilitadas de subir al ring en competencias organizadas por el estatal Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación, las cubanas anhelan cruzar guantes en certámenes nacionales e internacionales, una posibilidad que parece cercana gracias a nuevas regulaciones de la Asociación Internacional de Boxeo Aficionado.
El organismo rector del pugilismo amateur decidió que en los venideros Juegos Olímpicos de Tokio 2020 se sumarán dos divisiones para las mujeres, que ahora participarán en cinco categorías, superior a la tres de la anterior justa, disputada hace cuatro años en Río de Janeiro, Brasil.
Estereotipos sexistas y racistas reaparecen en la publicidad y varios medios alternativos actualmente en Cuba, alertaron asistentes al Coloquio Internacional “Mujeres y medios masivos de comunicación en la historia y la cultura de América Latina y el Caribe”, realizado del 20 al 24 de febrero en la Casa de las Américas, convocado por su Programa de Estudios de la Mujer.
El análisis de varias ediciones de revistas digitales, la observación participante y varias entrevistas periodísticas evidencian el uso del cuerpo de las mujeres como herramienta publicitaria y advierten sobre el racismo presente en la publicidad comercial actual, señaló la periodista Lirians Gordillo.
Al presentar su trabajo “Comunicación machista por cuenta propia”, Gordillo alertó acerca de lo que llamó el “emprendimiento” del neomachismo estilizado.
LA HABANA. Amarilis siempre repite la historia de cómo terminó su doctorado: “con el corazón”. Llegaba del trabajo y tenía que supervisar la tarea de sus hijos, cocinar, fregar, dejar algo preparado para el día siguiente… Entonces ya eran las 11 de la noche. Solo a esa hora, cuando lo demás estaba resuelto, podía sentarse frente a la computadora. “Sin café no lo hubiera logrado”, bromea.
En la misma cuadra, dos puertas a la derecha, Carmen rezonga: “Estoy obstiná…”. A veces no lo dice, pero lo piensa; lo piensa bastante a menudo. Porque parece que todos necesitan de ella: su marido, sus niños, sus viejos… Eso, más “inventar” lo que irá al plato en la noche, asumir las mil exigencias de una casa, le secuestran el talento, la perspectiva, ese “algo más” que debe ser la vida.
Mientras Colombia perdía 1-0 contra Venezuela, Colombia ganaba 2-0 contra Francia.
Mauricio Albarracín | Elespectador.com
La derrota importó mucho. El triunfo importó poco. La razón es que el equipo que perdió está conformado por hombres, y el que ganó por mujeres. Los hombres en el fútbol tienen privilegios, medios, salarios, patrocinios y mucho reconocimiento social. Como cuenta la jugadora Yoreli Rincón a Los informantes, el equipo de fútbol de mujeres tiene una precariedad inmensa: les pagan el 1% de lo que ganan en la selección de hombres, deben hacer esfuerzos titánicos para entrenar y jugar en torneos nacionales e internacionales, y son discriminadas por sus familias y en sus trabajos. Mientras el fútbol que juegan los hombres despierta pasión e interés nacional, el de las mujeres es invisible y está condenado al olvido.