Eleanor Simmonds, campeona paralímpica a los 13 años. |
Fotos: Internet
Cada vez son más abundantes las investigaciones o artículos periodísticos que abordan el fenómeno de la precocidad deportiva. Jóvenes en edad adolescentes se han convertido en monarcas en certámenes internacionales de gran envergadura. Cada vez sorprende menos ver a muchachas y muchachos llevarse a casa varios pergaminos dorados en Juegos Olímpicos antes de rebasar la pubertad.
Ruta Meilutyte. |
Pero también entre deportistas con otras capacidades encontramos historias sobresalientes como la de Eleanor Simmonds, ondina británica que a sus 13 años se agenció el primer puesto en los 100 y 400m estilo libre.
Hojeando el pasado
Sin pretender hacer una búsqueda detallada o cronológica, una breve revisión de la historia olímpica permite descubrir varias monarcas que un día llevaban “juguetes en las manos” y al otro se agenciaban galardones en la cita deportiva cuatrienal.
Nadia Comaneci. |
La proeza de la magiar “Ege” fue emulada en Barcelona (España) 1992 por la japonesa Kyoko Iwasaki, vencedora en los 200m pecho con 14 años y seis días de nacida.
Cuba: hazañas juveniles
Cuba también atesora algunos hitos en cuanto a atletas con actuaciones relevantes a edades tempranas. Quizás no en edad adolescente, pero sí muy jóvenes sobresalen los éxitos de María Caridad Colón en el lanzamiento de la jabalina en Moscú, Rusia.
El 25 de julio de 1980, en el estadio Luzhniki, la guantanamera apuntó al infinito cuando su implemento transitó majestuoso hasta los 68 metros y 40 centímetros. Ese día Latinoamérica coronó su primera titular olímpica.
Más joven aún, la voleibolista Regla Torres acarició el primero de sus tres oros en el máximo evento del deporte moderno. Diecisiete años tenía la Morena del Caribe cuando disputó al final de Barcelona 1992, donde Cuba alzó el cetro. Luego repitió el éxito en Atlanta (Estados Unidos) 1996 y Sidney (Australia) 2000.
Esta genial atleta fue elegida en 2001 como la mejor jugadora del siglo XX según la Federación Internacional de su disciplina y además resultó exaltada al Salón Internacional de la Fama del deporte de la malla alta, ubicado en la urbe estadounidense de Massachusetts.
La próxima parada olímpica tendrá por sede la tropical y bella ciudad de Río de Janeiro, en Brasil, del 5 al 21 de agosto. Sería difícil pronosticar quiénes se llevarán el protagonismo, pero seguramente veremos a más de una adolescente ocupar la cúspide. También les contaremos sobre esas historias…
Curiosidades...
La Gacela
Berta Díaz es una mujer precursora. Con casi una treintena de récords nacionales e innumerables triunfos en los años 50 del pasado siglo, le hicieron conquistar el corazón de la afición cubana y en otras latitudes.
La Gacela de Cuba, como le apodaron, tenía 20 años cuando se convirtió en la primera cubana en competir en Juegos Olímpicos. La ciudad australiana de Melbourne acogió la lid multideportiva en 1956 y allí Díaz intervino en a prueba de 80m con vallas. La habanera terminó segunda en su heat clasificatorio, pero luego fue eliminada en semifinales, pese a mejorar su tiempo. Su historial incluye además la incursión en la edición de Roma, Italia, en 1960, así como varias medallas centroamericanas y panamericanas.
Pequeño y anónimo campeón olímpico
Paris, Francia, 1900. Se efectuaron los II Juegos Olímpicos y estuvieron matizaos por un hecho singular. Los protagonistas del suceso fueron los remeros holandeses Roelof Klein, Francois Brandt y un niño anónimo.
Los atletas tulipanes debieron buscar un timonel sustituto tras emergencia porque el suyo excedía el peso reglamentario. Justo en ese instante divisaron a un infante galo de unos 10 años, cuyo peso rondaba los 30 kilogramos. Le pidieron ayuda y el chico aceptó.Con la colaboración del muchacho, los europeos se adjudicaron el título.
Roelof Klein, Francois Brandt y el niño anónimo. |
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