viernes, 5 de junio de 2015

Impartir justicia sin sesgos machistas


Juristas con intergarntes de la RIAM en un taller en Camagüey.

Por Jesús E. Muñoz Machín 

Fotos: Archivo de la RIAM

Desde hace algunos años la Facultad de Derecho de la Universidad de La Habana y la Unión de Juristas de Cuba (UNJC) trabajan para fortalecer el conocimiento del sector jurídico acerca de las disposiciones legales nacionales e internacionales que favorecen la igualdad de género.

Congresos, talleres, conferencias, intercambios, capacitaciones y una vinculación estrecha con otras instituciones y organizaciones cubanas que trabajan por la equidad entre hombres y mujeres, forman parte de lo realizado en al ámbito de las leyes.

Para conocer sobre estos aspectos, la Revista Mujeres conversa con la Máster Yamila González Ferrer, coordinadora nacional del Proyecto Género y Derecho, de la UNJC.


“Desde hace cuatro años contamos con la asignatura de Género y Derecho. En ella tratamos de sensibilizar a los estudiantes en todos los temas desde una perspectiva de género, para propiciar una posterior incidencia en su labor profesional.

“La idea –agrega- es trabajar con una mirada multidisciplinar para que el estudiantado tengan más herramientas para debatir. De la sensibilidad que tengan abogadas y abogados depende el bienestar de muchas personas que requieren una adecuada orientación o servicio legal”.

La asignatura, expresa González Ferrer, también ha brindado un espacio para insertar los temas de masculinidades. “Hemos logrado una interesante colaboración con la Red Iberoamericana y Africana de Masculinidades (RIAM) y en particular con su fundador, el Doctor en Ciencias Históricas Julio César González Pagés.

“Sabemos que al hablar de género como categoría de análisis nos referimos a la manera en que históricamente se han construido las relaciones entre mujeres y hombres. Y desde esa visión, también damos espacio a las vivencias de los varones.

“A partir de lo que nos legó Vilma Espín y lo que defiende la Federación de Mujeres Cubanas, el trabajo con los hombres es una apuesta importante para luchar contra la violencia, por la igualdad y enfrentar todo tipo de discriminación. Esa es la lógica que hemos seguido y con ello hemos logrado insertar más muchachos en la asignatura, algo que antes no ocurría” expone la investigadora.
  

Sobre lo alcanzado, sin conformismos

Yamila González Ferrer asegura que los resultados son evidentes. Al respecto explica la metodología empleada para medir el impacto de la asignatura. “Al inicio del curso aplicamos una encuesta sobre temas de género, que siempre nos ha revelado los pocos conocimientos de quienes participan y que tienen incorporados muchos estereotipos aun cuando no suelen reconocerlos fácilmente.

“En el transcurso de las clases notamos el cambio y al final aplicamos una encuesta similar y lo que devuelve es diferente. Se percibe cuánto han aprendido y aprehendido durante el semestre”, afirma.

A su juicio, otro elemento positivo es que “continúan acercándose a las profesoras que trabajan Género y Derecho para realizar sus trabajos de curso, e incluso las tesis de diploma como conclusión de estudios universitarios.

Taller de la RIAM con estudiantes de Derecho, en la Unión de Juristas.
“Después –acota- nos alegra ver esas mismas caras en las capacitaciones de posgrado que se implementan a través de la Unión Nacional de Juristas. También nos comentan cómo les han servido los conocimientos para su labor profesional y en algunos casos parra su vida personal”.

Y con mirada crítica, Yamila González Ferrer, reconoce que aún falta mucho por alcanzar. “Hay muchos retos. La asignatura de Género y Derecho es optativa y solo la reciben 35 estudiantes de tercer año y queda fuera gran parte de la matrícula.

“La aspiración –concluye la profesora- es que la perspectiva de género sea transversal en la carrera, como debiera ser en todas las facultades universitarias”.

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