jueves, 17 de diciembre de 2015

¿Un Goya Vestido de Novia?




Marilyn Solaya ganó el premio del público en Torino, Málaga, Bilbao y La Habana.

Por Jesús E. Muñoz Machín

Hace un año y 14 días se estrenó en La Habana la película «Vestido de Novia», de la realizadora Marilyn Solaya, filme que no ha dejado de sumar lauros en certámenes cubanos y extranjeros. Con la nominación a la XXX edición de los Premios Goya en el apartado de Mejor Película Iberoamericana, la obra prosigue su exitoso paso por los circuitos cinematográficos.

La historia de Rosa Elena (Laura de la Uz), una asistente de enfermería de cuarenta años, y Ernesto (Luis Alberto García), ingeniero de la construcción, se resigna al silencio y continúa dando de qué hablar.

El elenco estuvo integrado además por Isabel Santos, Jorge Perugorría y Mario Guerra, Omar Franco, Pancho García y Manuel Porto, entre otras actrices y actores de primera línea en la nación caribeña, quienes recrearon la violencia social y de género, la doble moral y la hipocresía en la década de los noventa del pasado siglo en Cuba.

La Ópera Prima de Solaya compite por el Goya junto a «El clan», una coproducción hispanoargentina dirigida por Pablo Trapero, el documental «La once», de la chilena Maite Alberdi, y «Magallanes», del peruano Salvador del Solar.

Solaya expresó que la nominación de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España “es un excelente regalo para todo el equipo”.

Clip de la película Vestido de Novia.
Además significó “los premios existen para reconocer el trabajo de mucha gente, no solo de quien dirige”.

La elección —apuntó— “no solo se debió a que la película puede resultar interesante para un grupo de expertos. También se evaluó el recorrido de la cinta, su presencia en varios concursos y la buena acogida que ha tenido”.

Además, acotó el Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC) “está contento, porque no es fácil para las producciones cubanas insertarse en los circuitos internacionales más prestigiosos de habla hispana”.

Conocida por adentrarse en temas poco abordados de la realidad cubana como el acoso sexual en espacios públicos y la transexualidad, Solaya reafirmó su vocación por hacer un arte que sea útil a la sociedad.

“Siempre me he caracterizado por decir y hacer un cine comprometido con mi país. Y eso, por supuesto, implica una responsabilidad y ser consecuente durante mi carrera”, aseveró.


De igual modo, insistió en la importancia de que el público “haga suyas” las obras. “La satisfacción más grande de una comunicadora es llegar a la gente. La opinión de la crítica vale, pero no es lo principal. Lo que piensa la gente común es lo que nos debe nutrir”, resaltó la autora del documental «En el cuerpo equivocado», que sirvió de base para la película.

La integrante de la Red de Artistas ÚNETE por la no violencia de Naciones Unidas, aseguró que le interesa “trasmitir mensajes a favor de la igualdad y equidad de género, el respeto a la diversidad sexual, los derechos humanos y por la no violencia”. Además comentó que le motiva “llevar la película a donde la necesiten para debatir y reflexionar”.

A su juicio, “si el cine logra expresar ideas, dar otra mirada diferente a la cotidianidad, generar pensamiento y romper reglas, entonces se es artista”.

Tras recibir el premio a la mejor obra realizada por una mujer en Bilbao, España.

Para ella, la experiencia de su primer largometraje ha sido un gran regalo. “Es una película no habitual, algo rara. Cuando alguien no entendió el filme lo criticó y lo catalogó de didáctico. Pero no es así, porque a pesar de abordar temas que pudieran ser un panfletazo o una clase de moral tiene todos los recursos cinematográficos para interesar al espectador.

“La obra —añadió— tiene una manera de contar clásica, con tramas y enredos que son tradicionales en la historia del cine y las personas se conectan. La prueba está en el reconocimiento dado por el público en diferentes contextos”.

Según la tercera mujer cubana que realiza un filme con la industria “las personas aún disfrutan las historias y que les entreguen un mensaje”

Asimismo, señaló que la nominación la motiva aún más para emprender nuevos proyectos. “Ahora mismo me encuentro trabajando fuerte en «Estrés», mi segundo largometraje, otra coproducción cubano-española”.

“La película abordará temas como la paternidad responsable, la supervivencia en la tercera edad, el cáncer de mama en hombres e historias de cuidadores y cuidadoras.

“Y sobre todo, quiero reflejar el estrés que genera vivir en un país en constante cambio”, concluyó.

«Meñique» también en los Goya 

 Además de Vestido de Novia, Cuba estará representada en los Premios Goya por el filme «Meñique», de Ernesto Padrón, nominada en la categoría Mejor película de animación.

La cinta, primera que utiliza la técnica de 3D en la Isla y co-producida entre Cuba, Venezuela, España y Nicaragua, compite en su categoría con «Atrapa la Bandera», de Telecinco Cinema y otras casas productoras; «Noche ¿de Paz?», de Dygra Films y «Yoko y sus amigos», de Wizart Film.

«Meñique» cuenta la historia de un joven campesino que desea sacar a su familia de la pobreza y para ello emprende un viaje a la ciudad junto a sus hermanos, donde enfrentará situaciones inverosímiles, unas veces divertidas, otras peligrosas, pero siempre saldrá airoso con inteligencia y amor.

La entrega de los Goya tendrá lugar el próximo seis de febrero en el Centro de Congresos Príncipe Felipe, de Madrid. Cuba ha sido distinguida con el premio a la Mejor Película Iberoamericana en cuatro ocasiones. En 1989 ganó «La bella del Alhambra», de Enrique Pineda Barnet; y luego «Fresa y Chocolate», de Tomás Gutiérrez Alea y Juan Carlos Tabío en 1994; «La vida es silbar»; de Fernando Pérez, en 1999; y «Juan de los Muertos», de Alejandro Brugés en 2012.

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