lunes, 11 de junio de 2012

Similitud


Por Mario Herrera
       
“He consumido mi turno. Que pase el próximo”. Estas líneas marcaron el fin de una hermosa era dentro del periodismo cubano. Manuel González Bello se despedía de los lectores de la Crónica del Sábado, sección publicada todos los séptimos días de la semana en el diario Juventud Rebelde desde 1999 hasta principios de 2002. Un par de meses más tarde, se iría con una sonrisa el cronista.

El martes 24 de abril de 2012, también consumió su turno el que algunos consideran, el equipo de fútbol mejor logrado de lo que va en el siglo XXI. Con muy pocos defectos en su juego y bien cercano a la perfección dentro del campo, el Barcelona Fútbol Club de Josep Guardiola se ha adueñado del amor y admiración de su afición y detractores, e incluso, han ganado nuevos enamorados en todo el mundo. Ese Barça alegre, entretenido, de buen gusto, acaparó titulares durante más de tres años, como las crónicas de Manuel.

La “antivida” aprovechaba algunos resquicios y deficiencias del cronista, y lo obligó a tener una conversación eterna con Saint Peter. El “antifútbol” de un desconocido Chelsea cercenó la alegría culé. Seguro estoy que si Manuel viviera este minuto, tan amante de lo bueno como era y amigo de Michel Contreras, sería, indudablemente, un fanático blaugrana.

Manolo escribía con inteligencia, conocía los resquicios del idioma, era un maestro del humor, trabajaba la ironía como pocos. Guardiola maneja a su equipo con sabiduría, tiene su propia filosofía de juego, entretiene, divierte, trabaja el fútbol como pocos. Ninguno cambiaría su estilo aunque se lo exigieran editores o propietarios.

Barcelona perdió la Liga con el archirrival y “su” orejona tendrá un nuevo dueño este año. González Bello cedió su espacio a una nueva generación tras ciento seis sábados con su sabiduría popular.

Algún día tenía que suceder, todo tiene fecha de vencimiento, hasta lo mejor. “He consumido mi turno. Que pase el próximo.”





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