miércoles, 11 de julio de 2012

Juana de Arco en el Caribe


El libro Por andar vestida de hombre, deviene una suerte de biografía, fruto del empeño y el trabajo de largos años del doctor en ciencias históricas Julio C. González Pagés

Por Jennifer Veliz Gutiérrez

Enriqueta Favez vivió en el tiempo en el que ser mujer era quizás la raíz del infortunio. De prejuicios y restricciones se hizo el siglo XIX para las féminas. Aún así, estándoles prohibido ejercer la medicina, Favez, vestida de hombre, se graduó de cirujana en la Universidad de la Sorbona en París; con identidad de hombre también, combatió en más de diecisiete batallas con el ejército napoleónico. Así, armada de ropaje masculino, vino a Cuba, y se convirtió en la primera mujer en ejercer la medicina en el país.

Pero quizás lo más transgresor en su vida haya sido casarse con la guantanamera Juana de León, y ambas protagonizar hace más de 200 años el juicio más escandaloso suscitado en la Isla en aquel tiempo.

Por andar vestida de hombre, deviene entonces una suerte de biografía, fruto del empeño y el trabajo de largos años del doctor en ciencias históricas Julio C. González Pagés. Este es un libro donde se intenta hacer hablar a la protagonista y “construir la historia con elementos que lejos de juzgar hagan sentir lo que es cuando uno es diferente el peso de la ley”.

La pesquisa que alrededor de Favez se ha estado tejiendo comenzó en 1994 y en el año 2006 ya estaba listo el ejemplar para ser presentado a los lectores, solo que en ese tiempo supuestamente era el público el que no estaba preparados para enfrentarse a este “tipo de historia”; de ahí que se retrasó hasta hoy la posibilidad de leer y reflexionar en torno a aquella que burló todas las barreras sociales de su tiempo. Temas de ayer y de hoy se entrecruzan en estas páginas, donde “no hay letra muerta sino algo para el debate contemporáneo”, según Pagés.

Esta investigación de arqueología histórica precisó de una ardua búsqueda por varios países, entre ellos Suiza, España y Nueva Orleans. Otro aspecto a destacar en la obra tiene que ver con la reconstrucción del rostro de Favez en el que se involucró durante seis meses la Policía Nacional Revolucionaria.

En el interior del libro podrá encontrarse las cartas de amor entre Enriqueta y de León, así como datos en los que se dejan ver cómo fue tildada de monstruo y criatura infeliz durante el juicio que se celebrara en Santiago de Cuba en 1823 a raíz del cual no deciden desterrarla de Cuba sino de todos los dominios españoles. Enriqueta Favez terminó siendo monja, y con el nombre de Sor Magdalena estuvo al frente de la orden de las hermanas de San Felipe de Neri.

En el capítulo IV de Por andar vestida de hombre se alude también a otras mujeres que con estirpe de heroínas hicieron historia vestidas de hombre. Es el caso de Luisa Capetillo, una anarquista puertorriqueña que fue detenida en el boulevard de obispo en 1912 y expulsada del país.

La peculiar vida de Enriqueta Favez será la inspiración de otras creaciones artísticas que podrán verse en los meses venideros. La cantante Rochy, se basará en ella para la realización de su próximo video clip. Asimismo Irene Rodríguez, bailarina y coreógrafa cubana que recién recibió el premio de coreografía de la SGAE montará una obra alusiva a su figura para el próximo Festival de Ballet de La Habana. Según Pagés, ahora es recibida desde la cultura una mujer que fue expulsada de Cuba.

“Este es un libro de corte histórico pero para ser debatido en el presente, sintetizó su autor”. Las vivencias de una fémina comparable con Juana de Arco o Sor Juana Inés de la Cruz, quien se empeñó por defender su manera de pensar y actuar, no merece ser sepultada sin dejar antes en la cotidianidad del cubano del XXI una impronta, una experiencia de vida y un consejo.


Tomado de La Ventana

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